7/31/2012

Las historias de los que ya no están

Por Raúl Arcomano - rarcomano@miradasalsur.com

Son quince los científicos y trabajadores de la CNEA desaparecidos. Estas son sus historias.

María Cristina Onis. Renunció el 2 de abril de 1976. No se conoce información sobre la forma de su secuestro.

Antonio Anselmo Misetich. Físico. El 19 de abril de 1976 María Susana Esaín salió de su casa de Vicente López en la que convivía con Antonio, junto con sus dos hijas. Vio pasar patotas de la Marina, armadas y en autos. Pararon en la vivienda y entraron. Hubo reclamos de la comunidad científica internacional. Castro Madero reconoció que Antonio estaba detenido y “gozaba de buena salud”. Pero sigue desaparecido.

Federico Álvarez Rojas. Físico y militante gremial. El 1º de octubre de 1976 un grupo entró a su edificio y destrozaron el piso 12 en el que vivía. Encerraron a sus tres hijos y lo secuestraron junto a su esposa, Hilda Leikis. Robaron su auto y la escritura del departamento. El 21 de abril de 1977 lo declararon cesante, por “abandono de tareas”.

Roberto Ardito. Ingeniero electrónico. Ex secretario gremial de la Asociación de Profesionales de la CNEA. El 12 de octubre de 1976 un grupo de tareas se metió en el departamento de los suegros. Le pidieron a golpes la dirección de Roberto. Como se negaron, fueron a la casa de su otra hija. Forzaron al esposo a llevarlos hasta el departamento de Roberto y su esposa, Atlántida Coma Velasco. Lo secuestraron. Fue declarado cesante también el 21 de abril de 1977, por “abandono de su trabajo”.

Susana Flora Grynberg. Física. Renunció el 2 de mayo de 1976. El 20 de octubre los padres de Susana recibieron un llamado anónimo: así se enteraron de que su hija había sido detenida por fuerzas de seguridad en su casa. Susana estaba embarazada de tres meses. Hay testimonios de su paso por la Esma.

Miguel Schwartz. Ingeniero. El 14 de febrero de 1977 Miguel debía encontrarse con su esposa Mirta. Al llegar a su departamento, varios tipos armados lo estaban esperando. Fue esposado y secuestrado. Su esposa también fue detenida. Se le prohibió ejercer su profesión de médica en el Hospital de Niños y luego fue obligada a abandonar el país. Miguel está desaparecido.

José María Estévez. Técnico del departamento de Reactores. El 2 de mayo de 1977 estaba con su esposa y un matrimonio amigo en su casa de Haedo. A la mañana siguiente un grupo de tareas armado entró al inmueble. Obligaron a José María a buscar su auto. Lo secuestraron y sigue desaparecido.

José Luis Badillo. Físico. Trabajador de una empresa contratista de Atucha I. Fue secuestrado en la madrugada del 8 de julio de 1977 en su domicilio. Se identificaron como miembros de las Fuerzas Armadas. José Luis fue llevado esposado y con los ojos vendados.
 
Rosa Delfina Costa. Trabajaba en el Centro Atómico Ezeiza. Fue dejada cesante de la CNEA por “abandono de tareas” el 12 de julio de 1977. No se sabe cómo la secuestraron.
 
Graciela Mabel Barroca. Técnica en el departamento de Reactores. Estudiante de Física de la UBA. El 15 de julio de 1977 por la noche un grupo armado, y de civil, llegó al domicilio familiar de Villa Martelli. Como no los dejaron entrar, balearon y pusieron dinamita. Graciela no estaba allí. Esperaron durante tres horas y cuando llegó la llevaron detenida.
 
Gerardo Strejilevich. Estudiante de Física. Era el novio de Graciela Barroca. Los secuestraron el mismo día. Luego de despedirse de ella fue a dormir a la casa de un amigo, Manuel Ricardo Rojas, porque creía que lo estaban siguiendo. Tenía razón: en la madrugada los secuestraron a los dos.
 
Daniel Lázaro Rus. Estudiante de Física y becario en el departamento de Combustibles. El viernes 15 de julio de 1977 fue visto por última vez en su lugar de trabajo. Según compañeros de trabajo, hombres armados lo metieron en una camioneta de artículos de limpieza con la inscripción “Lavandina” que estaba estacionada en la puerta de la CNEA.
 Secundino Garay. Técnico y estudiante de la UTN. Trabajaba en una empresa contratista en Atucha I. Era ex oficial de la Armada. Secundino fue arrancado de su casa una madrugada de octubre de 1977. Un grupo comando del Ejército ingresó a su casa donde vivía con su esposa y su hijo de 6 años.
 
Jorge Israel Gorfinkiel. Físico. Renunció a la CNEA el 7 de mayo de 1976. El 25 de noviembre de 1977 por la mañana salió de su casa en Pacheco rumbo a su trabajo en Capital Federal. Lo secuestraron y pasó por varios centros clandestinos. Estaba casado y tenía dos hijos.
 
Daniel Eduardo Bendersky. Estudiante de Física. El 16 de septiembre de 1978 por la mañana un grupo vestido de civil se presentó en su casa. Dijeron que eran de la Policía Federal. Lo llevaron a Daniel a su cuarto. Lo interrogaron y se lo llevaron, pese a la resistencia de su madre. De acuerdo con relatos de vecinos, a Daniel lo metieron en un Falcon rojo. Sigue desaparecido.

Los desaparecidos de la CNEA

Por Raúl Arcomano - rarcomano@miradasalsur.com
Cuatro víctimas. De arriba a abajo: Rus, Rojas, Gorfinkiel y Badillo.

El almirante Castro Madero dirigió con mano dura la CNEA desde el 24 de marzo de 1976 hasta 1983. Además de hacer desaparecer personal, en su gestión echaron a 107 trabajadores y cesantearon a 120. Otros 370 renunciaron por la persecución que imperaba.
 
Quince científicos y trabajadores de la Comisión Nacional de Energía Atómica fueron desaparecidos y otros once, secuestrados y luego liberados durante la última dictadura. El rol de la Marina. Las voces de los que sobrevivieron.

Máximo Victoria se presentó a trabajar el 24 de marzo, como todos los días, en su cargo directivo en el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), donde se desempeñaba desde 1973. Estaba de licencia en la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). Pero el director del INTI le dijo que debía volver a su antiguo puesto. Lo recibió el flamante interventor del organismo, el almirante Carlos Castro Madero, que había asumido ese mismo día. El marino le ordenó presentarse ante el jefe de Logística, un capitán de navío. Luego de la reunión, vino el terror. Victoria fue encapuchado, amenazado con un arma en la nuca, desnudado y trasladado luego a un barco en el que estuvo detenido, con otros científicos, durante semanas. Pasó también por las cárceles de Devoto y de Sierra Chica. Ya en ese momento Victoria era –lo sigue siendo– un científico prestigioso, uno de los principales investigadores internacionales en el área de energía nuclear. La presión de la comunidad científica internacional ayudó a salvarle la vida. Fue liberado. Desde hace más de tres décadas vive entre Europa y Estados Unidos.
 
Hoy Victoria reside temporalmente en Estados Unidos, donde es profesor visitante de la Universidad de California. Desde allí le relató a Miradas al Sur los recuerdos de aquellos días: “Una de las primeras medidas del almirante Castro Madero fue convocar al personal de la CNEA a una reunión en el salón de actos. Allí pronunció amenazas más o menos veladas contra aquellos que ‘rompieran con el orden establecido en la casa’. Yo, además, fui convocado por el área de Personal. Me recibió el director de Logística. Y sin más prolegómenos me indicó que estaba detenido por ser un ‘elemento peligroso para la institución’.”
Victoria fue sacado a punta de fusil por los pasillos de la CNEA. “Me desnudaron en una de las salas de espera para comprobar que no estaba armado y me dejaron a la espera de, dijeron, ‘quienes vendrían a buscarme’. Después de un tiempo que me pareció interminable, cuatro personas de civil, pero que por su comportamiento eran evidentemente militares, me esposaron y llevaron a un auto estacionado en la puerta de la CNEA. Algunos metros más adelante, por la avenida Del Libertador, me bajaron a golpes, me encapucharon y me tiraron en el piso del auto. Me llevaron así hasta lo que después descubrí era un barco de la Marina, atracado en el puerto de Buenos Aires, el Bahía Aguirre.”
 
En el buque todo fue peor. “El tratamiento de golpes, insultos y amenazas duró todo el tiempo que estuvimos ahí. Estuve aislado en una de las cabinas. Después me di cuenta por sus voces que se encontraban también allí otros compañeros de la CNEA. Nuestro encierro duró unas cuatro semanas. Fuimos trasladados a otro barco por un par de días y finalmente encarcelados oficialmente a disposición del Poder Ejecutivo (PEN). Primero en Devoto y después en Sierra Chica. Le debo al violento traslado de Devoto a Sierra chica los rastros físicos más imperecederos de esta pesadilla: una fractura en mi pie derecho y algunos dientes rotos. De Sierra Chica fui liberado en octubre de 1976”. Una semana después, estaba exiliado en Bélgica. Vivió también en Francia y en Suiza.

Lógica de terror. El caso de Victoria es un ejemplo de la fuga de cerebros que, como en el Onganiato, generó la última dictadura. Es, también, una muestra del terror que se implantó en un organismo modelo de la ciencia en la Argentina: la CNEA. Que no escapó a lo lógica desaparecedora de las Fuerzas Armadas: de allí se secuestró a más de once científicos y trabajadores que fueron liberados después de seis meses de detención. Otros no tuvieron tanta suerte: hay 15 personas desaparecidas que, al momento de su detención, trabajaban o estaban vinculadas a la CNEA (ver aparte). Hace poco, además, se homenajeó en el Centro Atómico Bariloche a cuatro egresados del Instituto Balseiro que también están desaparecidos. El desmantelamiento de la CNEA llegó también de la mano de la Ley de Prescindibilidad: durante la gestión de Castro Madero, que duró desde el ’76 al ’83, se echó a 107 trabajadores y cesantearon a 120. Otros 370 renunciaron por la persecución que imperaba.
“Por otro lado, se incorporaron cientos de contratados, previamente supervisados por la Secretaría de Inteligencia del Estado, y controlados internamente como el resto del personal, a través de la elaboración de legajos paralelos, con información gremial, ideológica y política suministrada en parte por elementos de inteligencia interna. Muchas de las incorporaciones estaban relacionadas con las obras que se estaban realizando y también para cubrir tareas de investigación”, explica el físico Enrique Pasqualini. Es un reconocido experto en combustibles nucleares. Está vinculado a la CNEA desde el ’72. En el ’84 fundó con otros compañeros la Comisión de Derechos Humanos del organismo. Hoy es jefe del laboratorio de Nanotecnología Nuclear en el Centro Atómico Constituyentes.

Amo y señor. La sede central de la CNEA está exactamente frente al edificio de la ex Esma. La creó el peronismo en 1950. Hasta 1984 estuvo en manos de la Marina y era dirigida por un almirante. El amo y señor de la CNEA durante la dictadura fue el vicealmirante Carlos Castro Madero. Asumió como delegado de la junta militar el mismo día del golpe. Fue después de un trabajo de inteligencia de la Marina que había empezado en octubre del ’75: el operativo ACNE. Antes de que terminara el ’76 ya habían desvinculado por distintos mecanismos a 600 profesionales, técnicos y administrativos.
 
“Durante la gestión de Castro Madero se liberaron centros atómicos para permitir secuestros. Se persiguió cualquier tipo de actividad gremial reivindicativa y se generaron mecanismos de control con la elaboración de legajos ideológicos. Incluso intentó que gente de CNEA exiliada no consiguiese trabajo en el exterior”, señala Pasqualini. Y acusa: “En más de la mitad de los 26 secuestros, Castro Madero tuvo injerencia directa. Es más: hubo secuestrados, luego liberados, que fueron visitados en sus cautiverios por militares que estaban en la CNEA”.
 
Ya en diciembre de 1983, el científico y luchador por los derechos humanos José Federico Pipo Westerkamp denunció el rol de Castro Madero en las desapariciones y secuestros en la CNEA. “¿Qué hizo su presidente para salvar a tantos miembros de esa Institución? ¿Puede creerse que un contraalmirante, luego vicealmirante, no tuviera posibilidad de lograr noticias sobre el paradero de los científicos de referencia? ¿Acaso no sabía que justamente en frente de la CNEA funcionaban los famosos campos de concentración de la Esma, donde fueron llevados miles de secuestrados en la época en que su amigo, el almirante Massera era comandante en jefe, y el director de la Esma era el capitán de navío, luego contraalmirante Chamorro? Son todos estos interrogantes los que deben despejarse. Castro Madero tiene el deber de informar detalladamente acerca de lo que él sepa sobre este desgraciado tema, que ha llenado de oprobio al gobierno militar, a quienes han colaborado en cargos de responsabilidad, y a la institución a la que pertenecían los secuestrados, ante el desinterés en esclarecer tan terribles hechos”, escribió, sin miedo, en un artículo publicado entonces en la revista El Porteño.
 
“El clima en ese entonces era de terror. Hubo compañeros que fueron secuestrados en la puerta de ingreso o incluso en su oficina”, describe Pasqualini. “En una institución donde es imprescindible la participación de profesionales y técnicos en la discusión y determinación de sus metas y métodos de trabajo, se implantó un sistema opresivo y represivo al conjunto del personal que tuvo como finalidad y consecuencia no permitir que ni siquiera se cuestionaran decisiones técnicas.” Castro Madero murió en 1990.
 
Una mujer que trabajó en la CNEA entre el ’70 y el ’73 –y que prefirió no dar su nombre– relató: “En los ’70 la CNEA tenía un proyecto de energía nuclear de vanguardia: trabajaban muchos investigadores de Exactas; los obreros tenían una capacitación técnica moderna para la época. En esos años existían también sectores combativos. Había un contraste muy fuerte: una dirección militar de poca proyección y un pensamiento científico tecnológico de mirada nacional. Por eso no faltaron los conflictos, laborales y políticos.” “Recuerdo –dice– que entre el personal había agentes o servicios. A uno, por ejemplo, le encontramos fotocopias de documentación de Montoneros. El otro enigma fue quiénes de los que veíamos en las movilizaciones eran militantes o servicios, con lo cual fingíamos ignorarnos. Cuando esto era mutuo ya sabíamos que se trataba de un compañero.”
 
Además de la represión, también se tomó a la CNEA como parte del botín de guerra. Como sucedió, en general, con otras áreas del Estado. Explica Pasqualini: “La política económica que implementó la dictadura fue fundamentalmente de endeudamiento, sin tener en cuenta la necesidad de las inversiones. En materia de energía atómica, por ejemplo, se firmó un decreto –el 302/79– para la construcción de cuatro centrales nucleares antes del fin del milenio, para un país donde la industria y el desarrollo habían quedado totalmente relegados. Nadie preguntaba para qué se iba a usar esa energía, eran ‘negociados’.”

Exilios y ausencias. Carlos Calle es ingeniero químico. Trabajó en el Centro Atómico de Ezeiza, dependiente de la CNEA, desde 1969 hasta marzo 1976. En el exilio, trabajó en la Comisión Nacional de Energía Nuclear italiana: dirigió por veinte años, desde 1977 a 2007, una planta radioquímica. Se jubiló hace un tiempo y hoy vive entre Argentina y Europa. Calle fue secuestrado el 28 de marzo de 1976 y llevado a la Esma. “Un grupo de uniformados de la Marina irrumpió en mi domicilio, en Ituzaingo. En los dos días siguientes, entre interrogatorios, torturas y traslados nocturnos, descubrí a pesar de la capucha que en esa misma razia habían caído también otros nueve compañeros de trabajo, aparentemente bajo un comando unificado”, cuenta Calle a Miradas al Sur, desde Italia.
 
Calle estuvo detenido, como Victoria, en el buque Bahía Aguirre. “Luego de aproximadamente diez días de alucinantes peripecias, traslados y simulacros de fusilamiento, fuimos transferidos desde el barco a la cárcel de Devoto e internados por cuatro meses en los pabellones de máxima seguridad. Sucesivamente, en posteriores traslados, ocho compañeros terminamos en la U9 de La Plata y dos en Sierra Chica. Todo el grupo fue conducido a Devoto a disposición del PEN. El régimen decretó nuestra libertad con un decreto firmado el 8 de octubre de 1976 por el dictador Videla. El decreto fue consecuencia de las presiones internacionales de varios centros nucleares europeos, movilizados por nuestras familias, que por vía diplomática habían intervenido solicitando explicaciones al presidente de la CNEA por nuestras detenciones. Fuimos afortunados porque milagrosamente salvamos el pellejo y pudimos reconstruir nuestras vidas, siete en el exterior (Italia y Bélgica) y tres en nuestro país.”
 
Además de Calle y Victoria, hubo otros nueve secuestrados que lograron recuperar su libertad: Pedro Landeiro y Eduardo Cuello, ya fallecidos; Enrique Narciso, Rafael Vallote, Santiago Morazzo, Jorge Núñez, Sergio Pereira Marcondes, Domingo Quilici y Benito Víctor Benedetti. “Hubo otro grupo de trabajadores de la ciencia y de la industria nuclear que, mientras nosotros éramos detenidos, fueron secuestrados de sus domicilios y algunos en sus lugares de trabajo, en diferentes operativos, para luego engrosar el elenco de los treinta mil desaparecidos. Entre ellos algunos queridos compañeros como Antonio Misetich, Federico Álvarez Rojas, Roberto Ardito, Cristina Onis. No se tuvieron más noticias de ellos”, se lamenta Calle.
 
A Benedetti lo secuestraron porque estaba realizando una colecta para la esposa de Cuello, cuando estaba desaparecido. “Fue bárbaramente torturado, y luego dejado libre, para que sirviera de ejemplo y escarmiento. Los familiares de estos compañeros, desde 1976 en adelante, han denunciado los detalles de cada una de estas desapariciones y están reactivando un viejo proceso judicial.”
 
Calle concluye: “Quienes fuimos considerados responsables de haber pretendido cambios ‘subversivos’ pagamos las consecuencias sobre nuestras pieles. Quince compañeros desaparecieron y hasta el día de hoy no hay ningún responsable por estos crímenes. Cuando el país volvió a la normalidad democrática, la CNEA fue desmembrada por el menemismo. Pero eso es argumento para otra historia.”.

7/27/2012

Campañas y propaganda pero los archivos de la dictadura sin abrir

Los deportistas argentinos y su apoyo a Abuelas
Londres 2012 /  Previo al inicio de Londres 2012, Retegui, Braian Toledo, Pareto, Conte y Alsogaray grabaron en video su compromiso con la búsqueda de los nietos.

Cinco deportistas de la delegación argentina que estará en Londres 2012 participaron de la campaña "Los Olímpicos con las Abuelas", y el gesto de disponer sus "15 minutos de fama" en favor de una causa imprescriptible y nacional los eleva por encima aun de los mejores resultados.
 El DT de las Leonas, Carlos Retegui; el atleta Braian Toledo; el voleibolista Facundo Conte; la judoca Paula Pareto y el velista Julio Alsogaray son los protagonistas de los spots, que se emitirán por radio y TV durante el desarrollo de los Juegos de Londres, desde el viernes de la semana que viene al 12 de agosto.

De los cinco, cuatro serán competidores. De ellos, tres nacieron ya en democracia (Pareto en 1986, Conte en 1989, Toledo en 1993). Alsogaray nació en 1980, dos años antes del final de la sangrienta dictadura que irrumpió en el 76 y dejó 30 mil desaparecidos.

Pero la causa los trasciende -como trascenderá el tiempo, sin lugar para el olvido-, y acá están: tipos que pelean y se preparan durante cuatro años, a los que las "reglas de juego" de los medios ignoran hasta que llega la fecha olímpica, ceden sus breves instantes de gloria a la necesidad de hacer justicia.

En la campaña, los atletas recuerdan que las Abuelas "todavía buscan a 400 nietos", cuya identidad fue robada durante los largos años de la época más negra de la historia argentina.
Carlos "Chapa" Retegui, DT de las Leonas, afirmó que, "todo esfuerzo vale la pena por un nieto recuperado. Creo que puede ser la alegría más grande para una persona que vivió esa situación. Lo único que tuve que hacer es tener predisposición para ayudar", reconoció Retegui desde Londres.

El DT es uno de los cinco integrantes de la delegación argentina en Londres (los otros son la judoca Paula Pareto, el velista Julio Alsogaray, el jugador de vóley Facundo Conte y el atleta Braian Toledo) que tomaron parte de la campaña "Los Olímpicos junto con las Abuelas de Plaza de Mayo", que todavía buscan 400 nietos cuya identidad fue robada durante la última dictadura.

"Me solidaricé con la campaña porque si podemos dar un granito de arena y ayudar a que haya más nietos e hijos recuperados de la época de la dictadura, bienvenido sea", agregó.

Retegui, padre de dos hijos y que participará de sus primeros Juegos Olímpicos como entrenador, está al frente de Las Leonas desde 2009 y obtuvo con el seleccionado el Mundial de Rosario del año pasado y los Champions Trophy de Sydney, Australia, 2009; Nottingham, Inglaterra, 2010; y Rosario 2012.

7/25/2012

Niños mapuches baleados por Carabineros


Cuando los mapuches queman un camión es terrorismo
cuando carabineros balean a niños es "confuso incidente "


Niños mapuches heridos por Carabineros durante un desalojo en frontis del Hospital de Collipulli

El hecho ocurrió cuando los dos menores junto a otros adultos se encontraban fuera del Hospital de Collipulli, en la Región de La Araucanía. "Estos graves hechos demuestran la irracionalidad del Gobierno y seguramente provocarán reacciones en otros territorios mapuche", dijo Mijael Carbone, vocero de la Alianza Territorial Mapuche.

7/23/2012

El secuestro de Osvaldo Sivak es un delito de lesa humanidad

La Cámara Federal confirmó que el primer rapto del empresario se enmarcó en los crímenes de la dictadura. El hecho ocurrió en agosto de 1979, y el ejecutivo fue liberado. Volvió a ser secuestrado en 1985, cuando fue asesinado.
 
La Cámara Federal confirmó que el primer secuestro del asesinado empresario Osvaldo Sivak, ocurrido en 1979, configura un delito de lesa humanidad y fijó para un ex policía acusado por ese hecho una condena de diez años de cárcel.
Fuentes judiciales informaron que la Sala I del Tribunal determinó que el hecho es de lesa humanidad, e impuso en diez años la condena para el ex policía federal Ricardo Taddei.
Sivak estuvo secuestrado entre el 7 y el 9 de agosto de 1979, y en ese lapso permaneció cautivo en la casa de Taddei, en la localidad bonaerense de Remedios de Escalada.
Los camaristas recordaron que el hecho “se produjo durante el ataque sistemático contra la población civil instaurado en el aparato de poder erigido por la dictadura como política de Estado”.
 
Secuestro frustrado
Por la liberación de Sivak, los secuestradores habían pedido unos 2 millones de pesos, pero el cobro del rescate se frustró y el empresario fue liberado en esa ocasión.
En esa causa también están acusados Rafael López Fader, José Ahmed y Alfredo Vidal.
En la resolución, los camaristas dan cuenta que la banda “estuvo destinada a ejecutar secuestros extorsivos de empresarios y financistas de la época orientados a obtener dinero para aplicar a la llamada lucha contra la subversión y/o en beneficio de sus integrantes”.
“La situación de indefensión de Sivak es idéntica a la de toda víctima del aparato represivo estatal implementado por la dictadura”, sostuvieron los camaristas, al determinar que el caso debe encuadrarse en un hecho de lesa humanidad y en consecuencia, imprescriptible.
 
Inculpados
Los subcomisarios José Ahmed y Alfredo Vidal fueron detenidos en Almagro, donde se estaba por dejar el dinero del rescate. Se sospechó que integraban una banda de comisarios que incluía a Taddei y al ex capitán Rafael López Fader, pero la causa fue cerrada.
En julio de 1985, Sivak fue nuevamente secuestrado por una banda de policías y militares y, luego de dos semanas de cautiverio en un sótano de Monte Chingolo, fue asesinado de un balazo en la nuca tras el pago de un rescate de 1 millón 100 mil dólares.
En 2000 el juez Gabriel Cavallo condenó a López Fader, en tanto Taddei se había ido del país en 1985 y nada se supo de él hasta que fue atrapado en 2007 en España.

7/20/2012

León Gieco: Perón es el traidor de "Sólo le pido a Dios"

"Cuando (Perón) estaba en España decía “si yo fuera joven estaría en la Argentina tirando bombas como los pibes”. Esos pibes fueron claves para que pudiera volver, lo votaron y cuando le cuestionaron qué hacía el hijo de puta de José López Rega a su lado los rajó de la plaza y los traicionó."
Una "bomba" con alto impacto emocional lanzó León Gieco a poco de concluir el pasado año. Y debido al poco rebote que ha tenido la entrevista publicada por Miradas al Sur, aún no ha explotado en proporción a su significado. El 11 de diciembre de 2011, el día siguiente de que Cristina Fernández asumiera su segundo mandato presidencial tras ganar con el 54% de los votos, el semanario oficialista reproducía  un exclusivo reportaje a León titulado"Podría renunciar feliz a todo." La conversa recorrió su carrera artística, su nuevo disco y también la política nacional, actual y del pasado reciente. En ese marco surgió la pregunta "¿que opinión le merece Perón?". El músico respondió:
 
    Yo vivía en un pueblo (Cañada Rosquín, Santa Fe) donde estaba prohibido hablar de peronismo y mencionar la palabra “judío”. Me crié en ese ambiente. A medida que fui creciendo armé mi propia opinión. Perón era todo. Desde un obrero hasta un facho. Alguna vez el mismo Perón dijo algo muy cierto: “Está el partido conservador, el radical y los de izquierda”. Y cuando le preguntaron por el peronismo, explicó: “¿El peronismo? Ah, peronistas somos todos”. Pero al mismo tiempo Perón hizo cosas terribles, como cuando echó a los militantes de la Plaza de Mayo. Cuando estaba en España decía “si yo fuera joven estaría en la Argentina tirando bombas como los pibes”. Esos pibes fueron claves para que pudiera volver, lo votaron y cuando le cuestionaron qué hacía el hijo de puta de José López Rega a su lado los rajó de la plaza y los traicionó. De ahí salió “sólo le pido a dios: si un traidor puede más que unos cuantos”.

Esa rotunda afirmación del reconocido artista vinculado a las luchas populares calificando de traidor al propio Juan Domingo Perón disparó un sinfin de debates. También de interrogantes. Muchos de los cuales siguen abiertos. En ese mismo sentido, la entrevista respondió una pregunta de años. Una pregunta que atravesó a millones de personas que, dentro o fuera de nuestro país, se sintieron tocadas por "Sólo le pido a Dios". Durante décadas se habían imaginado distintos personajes encarnando a ese "traidor". Tuvieron que pasar más de 33 años para conocerse el destinatario de tan dura calificación. Es un capítulo de nuestra historia del que aún hablamos poco.
 
Justamente, entre esos silencios que rondan al conjunto de la sociedad, me sorprendió el mínimo rebote que cosechó la nota. Transcribiéndola tal cual, encontré sólo un par de medios locales bonaerenses: el diariodemardeajo.com.ar yenSemana, un semanario impreso de Ensenada. A su vez, otros dos portales la retitularon haciéndose eco de la rotunda y más fuerte afirmación de la nota: en lanoticiaweb.com.ar: León Gieco: "Perón traicionó a los jóvenes" (18 de Diciembre de 2011) y en diariodecultura.com.ar: León Gieco: "Perón traicionó a los jóvenes. De ahí salió "Solo le pido a Dios: si un traidor puede más que unos cuantos".
 

Personalmente llegué a la entrevista mientras redactaba "El Che Guevara y el rock argentino: 40 años latiendo en la juventud", navegando en la red para encontrar data sobre  la canción "A los mineros de Bolivia", incluída en el último disco de Gieco. Al comentar a gente amiga y compas de cursada de variadas ideas políticas (de marxistas hasta movimientistas, de chavistas hasta socialdemócratas, de nac&pop hasta troskistas), que Perón es el traidor de "Sólo le pido a Dios", la respuesta inicial osciló entre expresiones de mucha sorpresa, cierta incredulidad y alguna sensación de incomodidad.  Al fin y al cabo, la afirmación era un certerocross de izquierda a la mandíbula del "sentido común". Los efectos del impacto comenzaron a disiparse  iniciando animados debates.
 
En los ámbitos mencionados, los guiños y apoyos mayoritarios fueron para el cantautor. Y no  unicamente basados en  las fibras emocionales que evoca "Sólo le pido a Dios".  Una canción que se hizo carne en un pueblo que venía de sufrir una durísima derrota histórica. Desde el vacío y dolor que dejó el plan sistemático de represión, tortura y muerte planificado con manual francés y ejecutado  por la última dictadura, el tema se transformó en un himno del cancionero popular a partir de la guerra de Malvinas y más aún con la recuperación del hilo constitucional. Cabe agregar que esta canción también se ganó una amplísima repercusión a nivel internacional, siendo interpretada por reconocidos artistas (reseña wikypedia "Sólo le pido a Dios"). Sumado a ese impacto, entre otras razones, en esos debates improvisados también salió a relucir la amplia trayectoria de Gieco, vinculada a distintas luchas populares y por los derechos humanos.

Tampoco quedó al margen enmarcar el regreso de Perón.  Surgieron menciones a las impunes masacres de Ezeiza y el accionar paraestatal de la Triple A; al nefasto López Rega, su mano derecha y quien heredó el poder político del estado tras su muerte; al haberse sacado de encima a los peronistas de izquierda Oscar Bidegainy Obregón Cano, que gobernaban las poderosas provincias de Buenos Aires y Córdoba tras haber ganado las elecciones holgadamente, etc. Hasta alguna opinión vio al retorno como un punto más en una línea de tiempo que incluía el exilio. Es  que tras el reaccionario golpe de 1955 y  su renunciamiento,  Perón se asiló durante 18 años en países gobernados por férreas dictaduras, que incluyeron desde Leónidas Trujillo hasta Franco.

Sin criticar al músico, alguna voz quiso matizar afirmando que el General estaba viejo y no pudo entender el país al que regresaba. En la red encontré críticas hacia el artista. Que Gieco dijera públicamente que el traidor que menciona una de sus más emblemáticas y sentidas canciones no es otro que Juan Domingo Perón, generó rechazos que no tardaron en llegar desde otros ámbitos como las alas fascistas y tradicionales del peronismo ortodoxo. Desde "gorila" hasta "chantautor",como también comentarios en algún blog acusando a León de acomodarse con distintas tendencias políticas y con no haber sufrido la represión en los ´70 fueron los argumentos empleados para  hacer una especie de escarmiento ciberespacial.

Pero el árbol no debe tapar el bosque. Más allá de la figura de Gieco, tanto al  hablar del tema con distintas personas como en el poco rebote mediático de la entrevista, se plantea una cuestión de fondo: analizar el caracter reaccionario de la tercera presidencia de Perón parece seguir siendo un tema tabú, especialmente para quienes sostienen al Perón mito por encima de la realidad histórica.

Y también surge como espinoso plantear la relación entre la juventud y el peronismo. El quiebre histórico entre los jóvenes organizados y el máximo líder fue el  Día del Trabajador, el 1º de Mayo de 1974. La que fue calificada como "la juvendud maravillosa" por el conductor, ante el cariz que tomaba su tercera presidencia le cantaba a Perón "que pasa, que pasa, que pasa General, que está lleno de gorilas el gobierno popular". "El Viejo", como Presidente, los trató de "estúpidos imberbes", echando a la Tendencia Revolucionaria de Plaza de Mayo. Que media plaza haya quedado vacía fue la consecuencia más pequeña.  Ese mismo mes, el máximo líder descartó su promesa de incorporar formalmente a la Juventud como "Cuarta Rama" del movimiento en el Consejo Superior. El peronismo, orientado decididamente a la derecha por su creador, cargó durante décadas con esa ruptura hacia los sectores juveniles. Esa ruptura, que empezó saguinariamente en Ezeiza, fue mucho más cruenta a través de la Triple A y la dictadura cívico militar.

Volviendo a los muchos interrogantes que abrió la entrevista, otra de las preguntas que me dejó la nota, quizá la más importante, es ¿por qué León Gieco habló tantos años después, y en Miradas al Sur? Creo que el artista aboga por mantener presente la memoria colectiva y señala una contradicción profunda, aún no resuelta desde variadas corrientes nac y pop. Si partimos tomando en cuenta el apoyo expreso de Gieco al actual modelo nacional y popular e incluímos tensiones actuales como las disputas de poder que se dan en el interior del heterogéneo pejotismo, la permanencia y peso de altos dirigentes sindicales de la/las CGT vinculados a tareas represivas en los ´70, la nueva conformación de sectores juveniles en el peronismo y algunas "renovadas" miradas acríticas y míticas hacia la figura de Perón,  podemos encontrar en la propia canción la respuesta a porque eligió este momento  histórico para hacer público el destinatario de la dura calificación ...
 
Sólo le pido a Dios,
que el engaño no me sea indiferente,
si un traidor puede mas que unos cuantos,
que esos cuantos no lo olviden facilmente.

por Julián Lautaro

7/19/2012

Córdoba: policías genocidas cobran sueldos mensuales

Piden la baja para policías condenados por delitos de lesa humanidad en Córdoba

Un pedido formal para que los policías condenados por delitos de Lesa Humanidad sean dado de baja de la fuerza de seguridad fue presentado ante el Tribunal de Conducta Policial por una de las víctimas del proceso de enjuiciamiento que se realizó en la ciudad de Córdoba en el 2010.

El pedido se realizó luego de que la Cámara Nacional de Casación Penal confirmara recientemente las sentencias condenatorias a Carlos Yanicelli, Hugo Britos, Yamil Jabour, Calixto Flores, Fernando Rocha, Marcelo Luna, Mirta Antón, y Juan Molina, ex miembros del Departamento de Informaciones Policiales (D2), durante la última dictadura militar.

Los mencionados se encuentran en condiciones de policías retirados y perciben un haber mensual.

Sin embargo, el ex policía José Urquiza, secuestrado y torturado por estos efectivos de la D2, hizo la presentación para que se les inicie el sumario administrativo correspondiente para la baja y derogación del haber mensual, en función de lo que establece la ley 9728 para privar de esos beneficios a los condenados.

Los policías fueron condenados en un juicio que se realizó en el 2010 por secuestros, torturas, tormentos y lesiones graves cometidos en 1976, con sentencias de entre siete años y cadena perpetua, y Urquiza fue una de las víctimas de ese accionar represivo.

7/17/2012

DECLARACIÓN A 18 AÑOS DE LA MASACRE DE LA AMIA

CONFERENCIA DE PRENSA

Buenos Aires, 17 de julio de 2012.-
Al cumplirse 18 años del atentado a la AMIA, la Agrupación por el Esclarecimiento de la Masacre Impune de la AMIA (APEMIA) junto a las organizaciones políticas, sociales y de derechos humanos que forman el Encuentro Memoria Verdad y Justicia (EMVyJ), tiene el agrado de invitar a Ud. a la CONFERENCIA DE PRENSA que se realizará el próximo MIÉRCOLES 18 DE JULIO DE 2012, a las 18 HS. en el HOTEL BAUEN, Av. Callao 360, CABA.

Hace 9 años, el gobierno de Kirchner debutó con promesas de superar una herencia del menemismo: la vergüenza nacional que significaba la impunidad de los asesinos de la AMIA y la incapacidad del Poder Judicial para resolver este crimen político.
Aún cuando en 2005 reconoció por decreto que el Estado argentino fue el encubridor agravado del crimen, todavía no hay ningún detenido o investigado por la responsabilidad criminal o por el encubrimiento de la masacre impune de la AMIA.
Durante esta conferencia de prensa, presentaremos un documento explicando por qué consideramos ya fracasadas las políticas del gobierno, avaladas por las direcciones de AMIA y DAIA, y qué medidas impulsamos para llevar adelante una investigación seria de este crimen político y superar la impunidad y el encubrimiento.

A 18 años de la masacre de la AMIA, la impunidad para sus autores y encubridores resulta incuestionable.

Buena parte de este tiempo (9 años!) se lo llevó  el gobierno de los Kirchner, que debutó con promesas de superar la impunidad heredada del menemismo y terminó por amplificarla.

Hace ya siete años que el gobierno Kirchner reconoció oficialmente (Decreto             812/2005) que el Estado fue el encubridor agravado de este atentado terrorista.

Pero desde entonces nada se hizo, absolutamente nada, para perseguir y juzgar a los responsables materiales, a sus cómplices y encubridores locales.

No hay ni un solo detenido, ni un solo investigado por la responsabilidad criminal o por su encubrimiento.

Y lo que se anunció como un cambio de rumbo en la política oficial para diferenciarse del menemismo, un cambio para terminar con la impunidad y “la vergüenza nacional” de un Poder Judicial y una investigación incapaz de superarla, se convirtió en una nueva frustración, en un reforzamiento de la impunidad vigente, y en una nueva manipulación de alcance internacional.

Si para muestra basta un botón, al juez Galeano lo reemplazó Araoz de Lamadrid. Presentado como un juez “probo”, terminó acusado de intento de coima de la Cámara de Casación a favor de Pedraza, el responsable por el asesinato de Mariano Ferreyra.

Su caso no es aislado. El gobierno pretendió usar la causa AMIA con la intención de superar la imagen corrupta del Poder Judicial y la venalidad de los jueces federales, por la vía de una depuración que le permitiera poner a sus propios jueces “independientes”.

Después de siete años de un concurso largo y escandaloso, el gobierno nacional, con el apoyo de Macri y la complicidad de la UCR pretende nombrar nuevos jueces, alguno de ellos sin mejor antecedente que el de ser miembro del Servicio de Inteligencia, organismo responsable en, al menos, el encubrimiento de la masacre de AMIA.

Después de tanto esfuerzo “institucionalizador”, han agotado hasta las ilusiones de superar la impunidad reinante por la vía de la reforma judicial a través de un recambio por jueces probos.

Las muy gastadas promesas oficiales de futuros juicios aún sin fecha o supuestas nuevas investigaciones, no pueden ocultar los hechos. En la causa AMIA, los pocos sospechados son o fueron parte de los tres poderes del Estado, de sus servicios de Inteligencia y fuerzas militares y de seguridad.

En estas condiciones, y después de 13 años de sustanciar burocráticamente una causa por “mal desempeño” o “encubrimiento” de los funcionarios, ni la presidenta Kirchner ni el juez Lijo ordenan que se abran y entreguen los archivos secretos que el Estado mantiene cerrados incluso ante las partes. Hacerlo permitiría poner al descubierto no sólo el papel que jugó el Estado argentino en el encubrimiento que reconoció, sino también en la comisión del atentado mismo.

Así las cosas, los prometidos futuros juicios serán un nuevo instrumento de manipulación política por parte del gobierno, y no aportarán nada al castigo de los responsables del atentado a la AMIA y de su encubrimiento.

Por este camino, el gobierno nos conduce a nuevos fracasos: ni se esclarece el atentado ni se superará la impunidad.

Una de las cartas más audaces que se jugó el gobierno también llega a su fin. Es que aún antes de firmar su reconocido papel de encubridor del atentado, el Estado puso la  investigación del ataque como eje de la política exterior del país al servicio de los intereses de Estados Unidos, Europa e Israel, sumando una excusa a la lucha contra el llamado terrorismo internacional y un instrumento de provocación bélica contra Irán.

Pero al día de hoy, cuando las grandes potencias buscan llegar a un acuerdo con Irán para superar las crisis políticas, financieras y sus aventuras militares en Medio Oriente, la acusación política del Estado argentino contra Irán termina en un nuevo fracaso.

Ya no sirve ni para impulsar un ataque contra Irán, ni para esclarecer el crimen de la AMIA, ni para proteger al Estado argentino de toda la evidencia que lo incrimina como verdadera ‘conexión local’ del atentado.

El gobierno nacional cedió ante la presión internacional y, con la excusa de prevenir futuros atentados como el de AMIA, sancionó las llamadas leyes anti-terroristas con el único propósito de perseguir y reprimir a las organizaciones y luchas populares, como ya se reveló durante las masivas manifestaciones y puebladas contra la megaminería.

Para sostener estos resultados, el Estado argentino cuenta con la colaboración militante de la dirección judía local, empeñada en vaciar de todo contenido político y hasta judicial este nuevo aniversario. Este es el resultado de años de privilegiar las relaciones carnales con el gobierno nacional y con el de Macri por sobre cualquier exigencia de juicio y castigo a los culpables. Las direcciones de AMIA/DAIA no confrontan con ninguno de los dos, y actúan como un sostén indispensable para proteger al Estado de sus reconocidas responsabilidades criminales.

En esta oportunidad convocan a un acto con reminiscencias místicas, y expresamente opuesto a cualquier reclamo o denuncia política o jurídica, contra la impunidad y el encubrimiento del Estado Nacional y sus socios internacionales. Parecen empeñados en confundir y desmoralizar.

Al cumplirse el 18º aniversario del atentado, denunciamos al gobierno nacional, al gobierno de Macri y a las direcciones de AMIA y DAIA por los 18 años de impunidad y encubrimiento en la masacre impune de la AMIA.

Repudiamos los intentos del gobierno nacional por archivar y dejar en el limbo este crimen del terrorismo de Estado en la AMIA y nos pronunciamos por la apertura inmediata de los archivos secretos y su entrega a una Comisión Investigadora Independiente del Estado, para impulsar el esclarecimiento de este ataque impune y el juicio y castigo a todos los culpables.
EL ESTADO ARGENTINO ES EL RESPONSABLE DE LA MASACRE DE LA AMIA!
QUE ABRAN LOS ARCHIVOS SECRETOS Y LOS ENTREGUEN A UNA COMISIÓN INVESTIGADORA INDEPENDIENTE!
JUICIO Y CASTIGO PARA TODOS LOS CULPABLES!
DEROGACION DE LAS LEYES ANTI TERRORISTAS!


Agrupación por el Esclarecimiento de la Masacre Impune de la AMIA (APEMIA)
Asociación de Ex –Detenidos Desaparecidos (AEDD)
Asociación de Profesionales en Lucha (APEL)
Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CEPRODH)
Coordinadora Antirrepresiva por los Derechos del Pueblo (CADEP)
Liberpueblo, Asociación por la Defensa de la Libertad y los Derechos del Pueblo
Vecinos de San Cristóbal contra la Impunidad
Herman Schiller

7/06/2012

HIJOS - LA PLATA. Sentencia en el Juicio por Robo de bebés

EL LENTO COMIENZO DE LA VERDAD

 
Esta semana llega a sentencia el juicio por el Plan Sistemático de apropiación de hijos de desaparecidos que inició sus audiencias el 28 de febrero de 2011. Muchos han planteado este juicio como el punto de llegada de una larga lucha de los ejes de Identidad, Memoria y Verdad.  Desde HIJOS planteamos que este juicio es en realidad un punto de partida de una tarea inconclusa, que si en verdad tiene un largo recorrido tras de sí, no se agota en el justo castigo de un puñado de las cabezas del mando militar  policial que ejecutaron el genocidio.
 
Dieciséis años tuvo que esperar la denuncia que realizó Abuelas de Plaza de Mayo en diciembre de 1996, cuando estaban vigentes las leyes de impunidad, y se encontró este recurso para intentar dar un salto a la situación de impunidad que se estaba viviendo.
Finalmente el juicio contempló 6 grandes causas por hechos de los CCD La Cacha, Comisaría 5ta de La Plata, Pozo de Banfield, Campo de Mayo, el Vesubio, el Olimpo, Automotores Orletti y ESMA, que incluyen 35 casos de sustracción, retención y ocultamiento de menores hijos de las compañeras y compañeros secuestrados por el Terrorismo de Estado, cuya identidad fue sustituida como parte del plan genocida. De los 35 casos 27 fueron nacimientos en cautiverio y, excepto Sara Méndez, su marido Mauricio Gatti y Abel Madariaga; todas las madres  y padres están desaparecidos. De las apropiaciones que se juzgan, 25 ya han sido resueltas gracias a la lucha de Abuelas de Plaza de Mayo y esos nietos han podido recuperar su verdad y su historia. Mientras tanto, continúan apropiados, y viviendo en una red de mentiras, los hijos de las parejas María del Carmen Moyano y Carlos Simón Poblete,  de Ana Rubel y Hugo Alberto Castro, de Gabriela Carriquiriborde y Jorge Repetur, y los casos de Ana Libertad Baratti-De la Cuadra, Clara Anahí Mariani-Teruggi, Victoria Petrakos-Castellini, Martín Ogando-Montesano y Guido Carlotto.
 
El proceso que ahora llega a su fin juzgó la responsabilidad penal estructural en el armado del Plan Sistemático de apropiación de menores. A esta altura, la investigación judicial dejó claro que el plan consistía en: a) robar a los bebés cuando sus padres “pudieran resultar sospechosos de tener vínculos con la militancia revolucionaria”; b) conducirlos a centros clandestinos de detención; c) sustraer a los menores nacidos durante la detención de sus madres; d) entregarlos a integrantes de las fuerzas armadas o de seguridad o a terceras personas “con el objeto de que estos los retuviesen y ocultasen de sus legítimos tenedores”; e) “suprimir el estado civil de los niños, inscribiéndolos como hijos de quienes los retuviesen u ocultasen”, y f) “insertar o hacer insertar datos falsos en constataciones y certificados de nacimiento y documentos destinados a acreditar la identidad de los menores”.
La acusación de la elevación a juicio elaborada por el fiscal Federico Delgado reseña al Plan Sistemático como “el gran secreto del ‘Proceso de Reorganización Nacional’”, y destaca que “tenía un fin: penetrar en todas las esferas de la sociedad civil para ‘normalizar’, y redefinir a los sujetos conforme un elaborado ‘tipo ideal’: a la reformulación del otro que era su negación, no había alternativa, se ‘era como se debía ser’, o ‘no se era’. Y para eso se edifica el criterio para ‘asignar’ a los niños nacidos en cautiverio: había que cortar sus lazos de sangre para que ‘sean’ conforme al imaginario social que subyacía al régimen político”.

Según la acusación, Videla “no solamente ordenó la comisión de los hechos descriptos sino que también controló su cumplimiento, a raíz de lo cual se proyectara en el tiempo su dominio sobre los mismos”.
Los marinos imputados en la causa, Rubén Franco, representante de la Armada en la última Junta Militar, Antonio Vañek, comandante de Operaciones Navales de la Armada entre el ’77-’78,  Jorge Eduardo “el Tigre” Acosta, jefe de la unidad de Inteligencia del grupo de tareas 3.3.2, el médico naval Jorge Luis Magnacco y Juan Antonio Azic, oficial de inteligencia del 3.3.2 y apropiador de Victoria Donda Pérez,  lo están por el CCD de la ESMA.
Santiago Riveros, comandante de Institutos Militares y comandante de la Zona IV, y Reynaldo Bignone (jefe del Área 480 de Campo de Mayo) están imputados por hechos de apropiación cometidos en Campo de Mayo.
En septiembre pasado el tribunal incluyó en el juicio la causa contra Eduardo Ruffo (miembros de las 3ª, de la Side, del plantel del CCD Orletti y apropiador de Carla Rutila Artés) por la apropiación de Simón Riquelo, hijo biológico de Sara Rita Méndez y Mauricio Raúl Gatti, entregado por el juez Wagner Gustavo Mitchell, hasta hace poco integrante de la Cámara de Casación Penal.
Finalmente en junio pasado fueron sumados los casos del represor Víctor Gallo (capitán retirado del ejército y ex carapintada) y su esposa Susana Inés Colombo, acusados por la apropiación de Francisco Madariaga, hijo del Secretario de Abuelas y nacido en Campo de Mayo.
 
El recorrido de la política de Juicio y Castigo y Restitución en estos años nos presenta un camino sinuoso. En el Juicio a las Juntas se probó sólo el caso de los hermanos Gatica-Caracoche, y se condenó en 1987 al policía Rodolfo Silva a 3 años de prisión y 100 australes de indemnización por la supresión de estado civil y falsificación de documento de María Eugenia Gatica.
Desde el caso de Paula Logares, restituida en 1984, hasta mediados de1989 las Abuelas habían encontrado 50 chicos apropiados, de los cuales la mitad habían vuelto con sus familias y sólo 5 estaban en proceso judicial.
A mediados de 2012, 23 años después, los niños con identidad restituida son sólo una quinta parte de los casos denunciados, siendo el último el caso n° 105: Laura Reinhold Siver, la hija de Susana Leonor Siver y Marcelo Carlos Reinhold, nacida en febrero de 1978 en el Hospital Naval.  
Durante estos años de continuidad de las apropiaciones, y hasta llegar al juicio “Plan Sistemático” hubo varios genocidas muertos impunes: Emilio Massera (el más emblemático, declarado insano, por lo que no fue a juicio una vez reactivado el proceso de juzgamiento en 2006), Cristino Nicolaides (último jefe del ejército de la dictadura), Juan Bautista Sasiaiñ (jefe del Área 311 y de la Federal), y Héctor Febres (el prefecto ayudado a suicidarse para no hablar a días de la sentencia del juicio que lo tenía como protagonista).
 
Fueron únicamente 9 los juicios por apropiación o supresión de identidad entre marzo de 2004 y noviembre de 2011. Las penas a los 17 genocidas y algunas de sus esposas, autores de uno de los crímenes que mejor simbolizan el genocidio perpetrado en la dictadura, fueron de entre 5 y 18 años de prisión, con otorgamientos de domiciliarias incluidas.
Los condenados fueron Miguel Etchecolatz y Jorge Bergés, por el caso de Carmen Gallo-Sanz, apropiada desde el Pozo de Banfield. El capitán del Ejército Enrique Berthier, como entregador al apropiador Osvaldo Rivas y su mujer Cristina Gómez Pinto, por falsear la identidad de María Eugenia Sampallo Barragán. El comandante de Gendarmería Víctor Rei, apropiador de Alejandro Fontana-Sandoval. El comerciante platense Omar Alonso y su cómplice Juan Carlos Herzberg, capitán de navío y entregador de Natalia Suarez Nelson-Corvalán. José Richutti, agente del Batallón 601 y su esposa Élida Hermann, apropiadores de Bárbara García-Recchia. El oficial de inteligencia de la Federal Luis Antonio Falco, quien se apropió de Juan Cabandié-Alfonsín. El suboficial de marina Policarpo Vázquez, que operaba en la Base Naval de Mar del Plata y se robó a Evelin Karina Bauer-Pegoraro. El jefe de Terapia Intensiva del Hospital Militar de Paraná, Juan Zaccaría, quien junto a 4 agentes del Destacamento de Inteligencia 121 de Paraná fue condenado por la retención y supresión de identidad de los mellizos Negro-Valenzuela. Y Luis Tejada, agente del Destacamento de Inteligencia 144 de San Juan, que fue condenado con su esposa Raquel Quinteros por el caso de Jorge Martínez Aranda-Goya.
 
Queda pendiente en todo este proceso la participación histórica y la responsabilidad penal de los integrantes de la Iglesia Católica, verdaderos agentes de inteligencia del plan criminal como Emilio Graselli, Antonio Plaza, Victorio Bonamín y Raúl Trotz y tantos otros que llenaban de información a los represores sobre los familiares que buscaban a sus hijas y a sus nietos. Sacerdotes, Obispos y Vicarios Castrenses que aportaron su trabajo a la “Guerra Santa” contra el comunismo y bendecían a las tropas que la libraban.
Y continúa irresuelta la responsabilidad de los jueces y médicos policiales en la entrega de los niños. Porque está claro que la apropiación de niños no sólo se puede investigar por denuncias de particulares, sino también examinando las huellas de ese delito en los registros de las Secretarias de niñez, registros civiles, hospitales, clínicas y cementerios.
En un sentido, este Juicio al “Plan Sistemático” es una muestra más de la fragmentación con que estas investigaciones se llevan adelante, cosa que no causa otro efecto que dilatar los procesos de lucha contra la impunidad y restitución del derecho a la verdad, a  la identidad, a la reparación efectiva, a la garantía de no repetición.
Sino no se explicaría la tardanza en el hallazgo de las víctimas de supresión de identidad, en la identificación de niños, niñas y personas por nacer detenidas desaparecidas vistas en centros clandestinos no identificadas hoy adultas, en la investigación de las violaciones a las compañeras que permanecieron por meses en cautiverio antes de su “traslado”. Y tampoco estaríamos ante el paradójico hecho de la construcción de nuevas víctimas  de graves violaciones a los derechos humanos, cuando el análisis genético arroja un resultado negativo previsible por la escasa cantidad de muestras obrantes en el Banco Nacional de Datos Genéticos, ya que luego la mayoría de los jueces archivan el caso y no continúan con la búsqueda de la identidad.
Porque hay tareas de política de Estado en este tema que continúan pendientes, como la falta de un cruce informativo y la inexplicable existencia, por un lado, de los restos de los desaparecidos que se han encontrado y algunos de los familiares de los miles de desaparecidos en un banco (mucho más numeroso que el BNDG), y por el otro, de la información genética que reconstruye a cada madre y/o padre desaparecido que han sido informados en otro banco.
Porque a esta altura no es un impedimento técnico la implementación de un sistema informático especializado en crímenes de lesa humanidad, que vincule entre sí los hechos, las pruebas, los imputados, los procesados, las víctimas identificadas y no identificadas. Claro que para ello se debería poner especial énfasis en la identificación de la totalidad de mujeres, sin dar por cierto que sólo estaba embarazada la mujer que en aquel momento había informado a sus familiares que lo estaba. Y que ello implicaría reconocer detalladamente cuántos detenidos-desaparecidos han pasado por los centros clandestinos y sobre las cuáles nada se ha investigado hasta la actualidad.
Cabe entonces recordar que fue justamente una causa por apropiación, aquella contra Julio Simón por el caso de Claudia Victoria Poblete-Hlaczik (causa N° 17.768 del 14 de junio de 2005) la que en sus derivaciones judiciales posteriores posibilitó la opinión de la Corte Suprema para la anulación de las leyes de impunidad y la reapertura de las causas contra los genocidas. La Corte opinó entonces que las leyes de impunidad eran inconstitucionales por "irracionales" en tanto permitieron investigar la sustracción, retención y ocultación de una menor, la hija del matrimonio Poblete-Hlaczik y, a la vez, impidieron investigar e imputar a los autores de la privación de libertad, tortura y demás actos de los que fueron víctimas sus padres. No sería descabellado entonces pensar a este juicio al “Plan Sistemático” como la puesta en cuestionamiento de una práctica condenatoria doblemente incompleta: porque se condena exclusivamente a la cadena de mandos genocida que ejecutó el plan, y porque la condena se hace en continuidad de la ausencia de muchos de los niños apropiados. Resolver esa contradicción es parte de la tarea.

POR TODO ESTO SEGUIMOS EXIGIENDO:
*RESTITUCIÓN DE LOS 400 JÓVENES AÚN APROPIADOS.
*JUICIO Y CASTIGO A TODOS LOS GENOCIDAS POR TODOS LOS COMPAÑEROS.
*APARICIÓN CON VIDA YA JORGE JULIO LÓPEZ. JUICIO Y CASTIGO A SUS SECUESTRADORES. 
*APARICIÓN CON VIDA DE LUCIANO ARRUGA.
*BASTA DE GATILLO FÁCIL.
HIJOS LA PLATA